Hace no mucho lo había entregado todo; había dejado su escuela, su familia, sus sueños, su autorrespeto, el cual yacía clavado en la pared, lamentándose moribundo.
todavía recordaba cuando el le hablo de planes, de cosas lindas a futuro, la imagen de una pequeña casa, llena de cachivaches raros e interesantes, un poco de vino en la alacena, una cocina con olores a azafrán, ajo y paprika, un sillón con terciopelo a lado de un tapete a rayas, un estudio con olor a incienso lleno de libros extraños y pintorescos, en la ventana; un lienzo a medio pintar y algún libro manchado con unas gotas de vino.
En verdad lo había intentado, en verdad lo había querido, había comprado un lienzo, e incluso había conseguido el sillón pero no el tapete, volvía a casa después del trabajo, cansada, jodida y ojerosa, y el no hacia mas que escuchar aquel viejo disco de los Héroes del Silencio, bebía una caguama tibia y fumaba tirando ceniza en el piso, mientras el humo de cigarro se mesclaba con el olor a cerveza azorrillada y maruchan que salía de la cocina.
En esa casa hacia algunos días que no había comida, pero aun había tabaco, ella fumaba lentamente un delicado mientras una arcada en su garganta ahogaba otro sollozo, habían ido a la soriana por unas cintas para sus converse y a comprar algo de comer; regresaron con una bolsa de sabritones, 3 caguamones, y 3 metros de listón rosa.
todavía recordaba cuando el le regalo esos tenis, eran de color blanco pero con el tiempo se volvieron grises, eran del siete y medio con suelas de goma, guiando una aguja por cada orificio enlistono sus converse pero los puso juntos arriba de la mesa y los miro por largo rato, mientras fumaba, con lo que sobraba de listón lo colgó alrededor de su cuello y lo ato de una viga, junto con ella.
awww... bueno pero tomo caguamita y vinito, no puede quejarse tuvo uno buena vida :P
ResponderEliminarnote to self: tengo que dejar de ser tan descriptivo
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